Tengo un mapa en la cabeza
con los jazmines que me encuentro por ahí.
Los que vi pasando Directorio
colgaban de una medianera
hasta la altura de mis ojos
una mañana de hace más
de diez años,
y ahora pienso si no se habrán convertido
en edificio con amenities.
Los de la calle de la rima fácil duran más,
y a su vereda una tarde llevé a alguien
a oler jazmines.
Los de Villa Adelina, en la paralela a las vías,
se me anunciaron a dos o tres casas de distancia
en un bola de aire perfumado.
Los que en octubre y noviembre cubren
una pared de la plaza sin árboles
hacen que le desee un aumento
a la persona que propuso plantarlos.
Los de Ciudadela respiran
el gasoil de los colectivos
junto a la puerta de esa casa vieja
encajonada en una de las manzanas
que hay entre las vías,
Gaona y General Paz.
Los de cierta esquina
de la calle Estomba me permitieron
hablar de todos los jazmines con una persona
a la que veía por primera vez.
Puedo ubicarlos en el mapa y trazar una ruta
que me lleve a ellos;
puedo ir caminando ahora mismo sin perderme,
y, si es muy lejos, sé
qué tomarme para llegar.
Los únicos a los que no puedo acercarme
son los que había en el jardín
de casa en mi niñez.
Paso y paso las hojas
de la Filcar mental y no encuentro
la cuadrícula que intuyo ni la forma
de sus flores junto a los arbustos
que flanqueaban la escalerita de cemento,
donde mi memoria los ubica.
Yo diría que estaban ahí,
pero ni una foto quedó de eso.
Los de enfrente de la plaza de los Leones, los de enfrente de la plaza donde corro a veces, los de la plaza de Zuviría, los de la calle Zuviría en Muñiz, los otros dos de Muñiz -el que me hizo cruzar la calle como un imán olfativo y el que está justo antes de la esquina donde empieza la calle de tierra-, los que encontré cuando pasé corriendo por la bicisenda después de cruzar Estado Terrorista el día que fui a comprar la entrada para SMM bajo la lluvia, los que encontré cuando pasé corriendo por la bicisenda de Bonifacio, los de Ciudadela -del otro lado de Rivadavia-, en calles paralelas, Estero Bellaco -mano izq., antes de las cortadas- e Independencia -mano derecha, más o menos a la misma altura-.
ResponderEliminarTodos.
Un TOC fundamental para armar una Filcar mental.
ResponderEliminarEl Dr Freud seguro tiene algo para aportar acerca de los de su niñez: a veces, sólo a veces un jazmin es un jazmin
Tengo Filcar mental de besos, de caminar con gente, de hacer running por bicisendas, etc.
ResponderEliminarSoy una persona que necesita ubicación y referencia constantes. (?)
(Recién pasé caminando por un lugar, vi el edificio de la esquina -una fachada nada memorable- y reconocí de toque que una sola vez, de noche, pasé corriendo por ahí).
El doctor Freud tomaba más fafa que Enrique Symns (?)
Muy bello! ♥
ResponderEliminarGracias, Rainbow!
ResponderEliminarLos de la reja de las torres donde estaba La Vascongada, frente al hospital donde laburaba la dentista, que no habrá llegado a conocerlos, creo, porque los pusieron hace poco.
ResponderEliminarLos de la reja de la torre cerca de plaza Almagro.
Los que crecen indómitos en el chalecito ochentoso tapiado (y con destino de demolición) de Laferrere, donde recomienza Miró.
Los de la calle Alberti, un puñado enredado en la rosa china de la entrada de ese dúplex, a veinte metros de una calle que caminé cientos de veces, en varias vidas (incluso, una vez, con compañía).
Los SEIS que encontré en casas y edificios de la calle Freire, cerca (y no tanto) de la estación donde Olga Materializada viajó en tren rumbo a Florida.
Los de la calle de la rima fácil y los que estaban pasando Directorio, cerca de Parque Chacabuco, no están más.
ResponderEliminarPero hay otros, en una casa de una esquina de la cortada Angaco, a una cuadra y media de la pared que fuimos a tocar la tarde que E. me dio los fanzines.
Y dos que descubrí esta noche, pasando por lugares donde pasé montones de veces sin verlos -ni olerlos-: los de la continuación de Constitución, en una de las tantas esquinas del barrio de callecitas angostas cerca del parque y los de Bonifacio casi Craig, asomando en algo que no sé si era una terraza o un balcón.