viernes, 16 de noviembre de 2018

Bola lenta


Dos o tres profesionales departen
junto al límite de la sala de espera.
En el momento dado por la paciencia
para no ser descubierta
ella retira un instante
su atención de la charla,
gira la cabeza hacia la derecha
y me saluda guiñándome un ojo.
Vi salir desde el centro del diamante
de su mirada esa bola lenta
que atravesó el ámbito
vacío y luminoso de verano
y fue un strike en la esquina
de adentro de mi pecho.
No sé si fue lenta, en verdad,
o si cada vez que le doy play
al Youtube mental y me drogo recordando
su saludo silencioso y secreto
lo hago en baja velocidad para que dure
más.
No sé si nunca se lo mencioné, en verdad,
para cuidar la ilusión de que nos queda
un tema de conversación más.

2 comentarios:

  1. En las películas antes de que esa bola lentamente golpee contra el bate o contra el guante del (¿catcher?), hay que manifestar una escupida de tabaco de dimensiones bíblicas.
    Vi tus comentarios sobre frases ricoteras (y de los Doors), ya contestaremos con una entrada versión IV
    Muchas gracias! siga con los ojos bien abiertos. Disculpe el TOC generado

    Abrazo!

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  2. Eso era antes de que tomaran conciencia del potencial cancerígeno del tabaco. Y de que los caribeños coparan las Grandes Ligas.

    Igual, la imagen de un redneck escupiendo tabaco enturbia un poco el recuerdo de la rubia del ambo azul, que ya no es rubia (apenas vestigios en las puntas) y ahora tiene libertad de vestimenta, dedicándome su mirada verde y cómplice.
    (Igual, nunca supe si yo debía ser catcher, bateador o mero espectador).
    Voy a tener que traer de nuevo a mi memoria aquella mañana de hace dos años, pasarle el photoshop mental que difumina al colega pelado, al paciente, quizá a alguno más, ubicarme de nuevo en el
    banco más alejado de la puerta, de frente a esta, y darle play de nuevo a la secuencia para que todo vuelva a su lugar.
    Que no es otro que la memoria.

    Saludos!

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