viernes, 1 de mayo de 2020

Sistema tonal


Un gallego en Youtube
explica el sistema tonal.
Toca algo, posterga la última nota
de la escala para resaltar la sensación
de incompletud y dice
que el cuerpo te pide
volver a donde empezaste.
Yo podría aprobar el teórico, puedo repetir
convincentemente lo que dijo.
Hasta puedo decir "primer grado".
Pero no encuentro la diferencia
en mí oído.
Sin embargo, la idea me sirve
para entender por qué siempre me sale
agarrarle la mano a la dentista
después de despedirnos
en el pasillo angosto del consultorio
que no huele a miedo.
Cuando ya quedé
en el lado oscuro del palier,
con un hombro apuntando a la escalera
–si no logro rescatarme
en tiempo y forma–,
el brazo opuesto se estira para traer
de nuevo aquel gesto inicial
que no sé quién comenzó, nuestras manos
encontrándose entre las palabras
en algún momento de la espera
que duró casi tres horas
antes de la primera
extracción más implante.
La última vez ella también: los dos
brazos se movieron.
uno después del otro, y cuando vi al suyo
interrumpiendo el movimiento
mandé al mío de nuevo
para que coincidieran en su extremidad.
La prueba literal de que puedo estar
en contacto dura dos, uno, medio segundo,
el sonido de un low five, y su vibración

me tiene que durar hasta la próxima
vez que la vea.